El público del Dolby Theatre se puso en pié para aplaudir al ganador del Óscar a la mejor interpretación masculina de 2016.
Su actuación en la película El Renacido es brutalmente sincera y despiadadamente real. Como actor ha demostrado que no tiene techo, su papel en “El lobo de Wall Street” debería ser asignatura obligada en todas las escuelas de interpretación, pero en esta película simplemente se sale, siendo él la columna principal de la película, reflejando con una alucinante claridad las luces y sombras del ser humano, en el que el espectador se sentirá identificado, seguro.
Lo dicho, este año se ha solucionado una de las mayores injusticias cinematográficas de todos los tiempos y hemos el "and the oscar goes to…..Leonardo DiCaprio".
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